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  MODELOS PEDAGÓGICOS

 

LOS AVATARES DE LA DIVERSIDAD EN LOS PROCESOS

ESCOLARES

 

 

POR: LUIS FERNEL BONILLA ROSERO

        Comisión Pedagógica Afrocolombiana

        Departamento del Cauca

 

 

1.   INTRODUCCION

 

 

En los últimos quince años desde que se promulgó la nueva Constitución de Colombia (Constitución del 91), casi todo el marco jurídico de la educación cambió, descubriendo nuevas posibilidades de lecturas diferentes de los grupos culturales que conforman la sociedad colombiana permitiendo abrir puertas para soñar con una educación diferente para una sociedad multicultural en contextos donde la diversidad se pasea por la cotidianidad escolar, como es el caso del territorio caucano y en general nuestra nación.

 

Si miramos a través de los cuadernos de los estudiantes, los ambientes que ellos construyen para compartir con sus compañeros, las relaciones que establecen los profesores y sus alumnos en el aula de clase y lo confrontamos con la reflexión del educador de su quehacer cotidiano, encontramos que estamos actuando al margen de los criterios rectores jurídicos de los procesos educativos nacionales y de las solicitudes que simbólicamente demandan las comunidades al interactuar con el escenario escolar.

 

Con el transcurrir del tiempo la población estudiantil, debido a la realidad cultural y a los proceso de la globalización, se ha vuelto mas diversa, pero el hacer del docente no reconoce –o no quiere reconocer- que para poder formar con mayor pertinencia social y proximidad cultural debe validar unos saberes, unas prácticas y unas lógicas individuales y colectivas que están tocando las puertas de la escuela para que les permitan ser gestora de un nuevo horizonte pedagógico.

 

 

 

 

 

2.  LA ESCUELA DE ESPALDA A LO SOCIAL

 

Los nuevos procesos tecnológicos y los avances de la comunicación han producido nuevos conocimientos y saberes que deben ser reconocidos, refundados y reconstruidos desde los proceso pedagógicos que desarrollan los docentes en el aula de clase, muchos de estos conocimientos ya hacen parte de la estructura conceptual de los estudiantes, pero para la escuela tradicional estos conocimientos no existen, porque lo cotidiano de la escuela es seguir haciendo lo que históricamente se ha hecho, sin permitir que los cambios que experimenta la sociedad haga presencia en los textos y en la pedagógica escolar.

 

Los procesos tecnológicos instalan en los estudiantes lógicas para entender e interactuar con la realidad, nuevos conocimientos que deben ser reconocidos y revisados por el docentes ya que son instrumentos de pensamientos valiosos a la hora de construir otros, a la vez el estudiante vive nuevas experiencias cognitivas al momento de adentrarse a conocer lo que promueven los medios de comunicación; por lo tanto el docente hoy, no puede estar de espalda a los avances tecnológicos y científicos.  

 

En otra dirección, la población colombiana se ha desarrollado dentro de la dinámica de una sociedad de privilegios, donde se reconocen unos grupos y se invisibiliza a otros, donde se fortalecen unos y se desconocen a los que no pertenecen a los sectores hegemónicos de la sociedad;  además, los apellidos, el color de la piel, la situación socio-económica son elementos que determinan las relaciones sociales y en ultimas el significado que adquieren las personas y los grupos  en la gran experiencia que vivimos en el marco de nuestra gran comunidad colombiana. Esta actitud no ha permitido consolidar la  identidad de la nación y peor aun, no deja que los grupos experimenten mayor cohesión al interior de las comunidades; entre ellos los sectores Afrocolombianos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

3.  MARCO LEGAL DE LA DIVERSIDAD

 

La Constitución del 91, en los artículos 7, 67 y 68 expresa que: “el Estado reconoce y protege la diversidad étnica  y cultural de la Nación colombiana”; también, que la educación es un derecho de la persona y un servicio publico que tiene una función social, que busca  el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica y a los demás bienes materiales y simbólicos y valores de la cultura, los integrantes de los grupos étnicos tienen derecho a una formación que respete y desarrolle su identidad cultural.

 

Este marco jurídico es producto de las luchas adelantadas por los grupos étnicos –indígenas y Afrocolombianos-; en lo que tiene que ver con los indígenas ha estado orientada a la necesidad de construir sus planes de vida, la defensa y manejo sostenible de su territorio, el diseño y aplicación de planes educativos que reconozca los procesos comunitarios de subsistencias y de formación llevado a cabo por las comunidades, entre otros.

 

Los sectores Afrocolombianos hemos luchado, estamos luchando y seguiremos luchando porque la sociedad colombiana entienda que Colombia nos pertenece a todos, ya que todos hemos aportado a su construcción y que lo que hoy somos dentro del marco de la identidad nacional está presente y vivo la cosmovisión y la base cultural de los descendientes de África. 

 

Este marco constitucional no solo visibilizó a las comunidades afrocolombianas sino a todos los grupos diferentes que conforman la nacionalidad; además, reconoció que Colombia esta constituida por una variedad de culturas que se expresan a través de diferentes formas de apropiarse y comunicarse con el mundo.  Se  creo el escenario para que el Estado pueda proteger y promover la cosmovisión, los saberes y conocimientos de todos los grupos culturales que hacen presencia en la geografía colombiana y en particular de los Afrocolombianos.

 

El artículo 68 de la Constitución es la génesis para soñar y proyectar una educación propia para las comunidades afrocolombianas, cuando ordena al Estado “…Los integrantes de los grupos étnicos tendrán derecho a una educación que respete y desarrolle su identidad cultural…”

 

Por mandato del artículo 55, transitorio, de la Constitución Política de 1991, se produce la Ley 70 de 1993 que, complementa lo que tiene que ver con la Etnoeducación, en donde se le exige al Estado la obligatoriedad de reconocer y garantizar a las Comunidades Negras el derecho a un proceso educativo acorde con sus necesidades y aspiraciones etnoculturales, en donde se establece que dichos sectores de la población colombiana, su educación debe tener en cuenta su medio ambiente, su proceso productivo y toda su vida social y cultural que históricamente han construido estas comunidades; además, se debe hacer efectivo el deber del Estado de garantizar los medios que les permitan a las comunidades su acceso a la formación técnica, tecnológica y profesional en igualdad de oportunidades con otros sectores étnicos y sociales.(Art.32,33,34 y 38).

 

 

4.  UNA EDUCACION QUE TRAMITE LA DIFERENCIA

 

Uno de los propósitos fundamentales de los procesos educativos es propiciar que los estudiantes desarrollen la capacidad de leer las diferentes culturas de su entorno y otras que interactúan con él en su cotidianidad, que  le permita  desenvolverse como ciudadano en la sociedad y aportar a la construcción  de una convivencia pacifica de las diferentes comunidades culturales del país. Esto exige del docente, además de abordar los conceptos de su disciplina, trabajar también temas, problemas o situaciones que repercuten en la dinámica social: las desigualdades y diferentes formas  de discriminación, el reconocimiento de la diferencia, el crecimiento intelectual y personal desde los aportes de otras culturas. La labor del docente puede orientarse a que los estudiantes elaboren un juicio crítico respecto a estos asuntos.

 

La etnoeducación parte del reconocimiento de la diversidad cultural, como una opción de crecimiento mutuo, que debe ser potenciada en los espacios escolares, desde procesos interculturales, donde la propia interacción entre culturas sea un hecho educativo per se. La afirmación de una dinámica intercultural supone la promoción de un autentico dialogo entre culturas. Todo proceso educativo en si mismo es intercultural, pero se valida y reconoce en una sola dirección, se impone una forma de interactuar con el mundo, cuando sabemos que hay muchas formas de aprehensión de la realidad y que debe ser promovida en la institucionalidad escolar. La fortaleza de la Etnoeducación como proceso intercultural esta en la actitud de las personas de entender que todos crecemos desde todos: toda persona tiene algo que dar y que recibir para ser cada día mejor como individuo o como grupo social y cultural.

 

Estamos proponiendo como orientación pedagógica, construir una escuela que prepare al niño para vivir integrado en una sociedad, sin perder su identidad, donde la diversidad cultural se reconozca como legitima, donde se tramite desde el encuentro de seres diferentes nuevos referentes culturales, que todos aportemos a la refundación cultural de los diferentes grupos humanos, donde el encuentro se distinga por la solidaridad efectiva y por el cultivo del dialogo como estrategia metodológica.

 

 

5. LA DIVERSIDAD PIDE ESPACIO EN LOS PROCESOS ESCOLARES

 

Todo este marco legal, que dio piso jurídico, en el país, a la presencia de los grupos diferentes al sector dominarte de la nación, dio pista de la dirección de los procesos educativos. La Etnoeducación como la opción pedagógica que, desde el proceso escolar  le da vida al hacer y pensar de los grupos étnicos, hoy tiene ganado el permiso para incursionar en todos los escenarios formativos y educativos donde haya presencia de los afrocolombianos y los indígenas, y en general donde haya personas con culturas diferentes. No hay razón para impedir, de forma intencionada o no,  que las construcciones historias de resistencia y formas de supervivencias de estas comunidades continúen tocando las puertas de los salones de clases de todos los niveles de los procesos educativos de nuestra nación, sin embargo son  llamados que no se escuchan al interior de los escenarios donde se produce conocimientos y saberes – la escuela- , las puertas del principal medio socializador de la humanidad continua sin abrirse.

 

La Etnoeducación como opción pedagógica y formadora de los seres humanos, supera los límites de la educación escolarizada. Las relaciones que se entretejen en la cotidianidad de la vida en sociedad genera procesos invisibles de formación y de socialización que la escuela en su miopía tradicional y en su afán de hacer bien el mandado encomendado por una sociedad excluyente, que le interesa mantener su hegemonía, no le interesa reconocer.

 

 

6. EL HACER ETNOEDUCATIVO

 

La Etnoeducación es concebida como el proceso social permanente de reflexión y construcción colectiva mediante el cual los pueblos indígenas y Afrocolombianos fortalecen su autonomía y promueven su identidad en dirección de fortalecer la diversidad.

 

Sus aspiraciones son; entre otras, aportar en la visibilización del hacer, pensar y actuar de los sectores minoritarios de la sociedad, que permita formar personas y comunidades autónomas con capacidad y actitud de desarrollar una forma de vida a partir de su identidad cultural en el marco de la diversidad y contribuir a la construcción de la identidad nacional a partir de universalizar practicas y saberes desde lo propio a través del respeto de la diversidad étnica y cultural del país.

 

La Etnoeducación como escenario de formación para los grupos étnicos tiene como función social el reconocimiento y validación de saberes y manifestaciones culturales que se han mantenido y trasmitido a través de nuestra tradición oral, aunque a espalda de la formalidad escolar.  Esa forma de transformar y relacionarse con el mundo exterior permanece vivo en la memoria colectiva de las comunidades afrocolombianas y en las zonas de influencia de las regiones del país.  Nos corresponde desde la institucionalidad escolar generar espacios y momentos para proteger nuestras expresiones y manifestaciones culturales, donde tramitemos lo que somos como cultura, que es lo que en últimas, nos va permitir permanecer en el tiempo como grupo humano diferente al resto de la nación y con formas epistemológicas legitimas  con un gran sentido de comunidad .

 

 

 

7.   EPISTEMOLOGIA  PROPIA

 

Las políticas de Etnoeducación y la Cátedra de Estudios Afrocolombianos son estrategias y escenarios que nos ayuda a reestructurar la educación, desde una mirada de lo propio, desde las expectativas e intereses de la comunidad a través de reconstruir la historia local y definir un nuevo relacionamiento con el conocimiento universal.  Estas estrategias educativas desde lo propio nos permiten reorientar aptitudes para interpretar y transformar la realidad social de la cual formamos parte todos.

 

La mayoría de los métodos de investigación social  -la Investigación Acción Participativa, etnometodologia, etnográfica, y otros-, que han sido herramientas valiosas desde la academia para conocer y aproximarse a la cosmovisión y las formas de entender la realidad poo los grupos étnicos  y de la sociedad en generar,  presentan en algunas ocasiones, una estructura y un direccionamiento  con cierta distancia con lógicas y sentidos propios de sectores culturales diferentes. Es el momento de trabajar desde las mismas comunidades, en el marco de respeto por la diversidad y la diferencia y en dirección de potenciar lo que cada grupo es como cultura en la  construcción de métodos propios que contribuyan a visibilizar lógicas y sentidos históricos de construcción de conocimientos.

 

Para interpretar y decodificar lo narrado por nuestros mayores, se debe ir mas allá de la simple descripción del recuerdo, se debe rastrear el entendimiento de su significado y las lógicas que lo direccionaron en su momento histórico. Este proceso requiere de construir nuevas formas de indagar e investigar lo propio desde referente cultural. Desde nuestras vivencias pasadas reconstruir el presente, retomando aspiración y sueños de futuro que nos permitan direccional el hoy.

 

 

 

8.   UN NUEVO METODO DE INVESTIGACION PARA LA ETNOEDUCACION

 

Desde lo expresado en el punto anterior, le estamos apostando a que los diferentes métodos de investigación permitan que las comunidades a partir de su experiencia de vida y procesos narrativos vayan decantando formas históricas de construcción de conocimientos, que consulten a su memoria y recreen desde el hoy el mañana a sus procesos colectivos de vivencia cotidiana para que se aproximen a  métodos que coadyuven a la producción de conocimientos propios cercanos a realidad vivida y compartidas con otros sectores sociales.

 

Para algunos métodos de investigación social, el investigador realiza la función de sistematizar y recoger las diversas lógicas que aprecia dentro de la comunidad, deduce que es lo que lleva a actuar de una otra forma a las personas de las comunidades; desde la propuesta que estamos presentando, pretendemos que el investigado externos a nuestras comunidades facilite la reflexión analítica y la interpretación a las personas de la comunidad, que descifre sus lógicas en el momento de producir conocimientos a la realidad vivida por él y el grupo para producir nuevos  saberes.

 

 

9.   HORIZONTE ETNOEDUCATIVO

 

1.   La convivencia y el entendimiento de las distintas culturas se plantea como una necesidad para construir convivencia y paz para los colombianos.

 

2.   Asumir un concepto de cultura dinámico, cambiante, que permite el intercambio y el dialogo entre los grupos culturales y su mutuo entendimiento.

 

3.   Debemos procesar la reflexión critica de los elementos culturales, empezando por los de la propia cultura para desterrar todos aquellos valores que entran en conflictos con los valores universales que deben ser compartidos por todas las culturas; se hace necesario un dialogo continuo sobre los valores culturales.

 

4.   Considerar la diversidad cultural como una expresión de la riqueza de la especie humana.

 

5.   Buscar los elementos comunes que pueden unir a los diferentes grupos que permitan la comunicación y el entendimiento intercultural a partir del respeto por la diferencia.

 

6.   Promover la igualdad de oportunidades para todas las personas, en dirección de proporcionar el acceso al capital cultural del conocimiento y además ofrecer las posibilidades reales y equitativas para alcanzar las mismas posiciones.

 

7.   Promover relaciones dinámicas entre culturas, que nos permita mediante el dialogo de formas culturales nuevas que se puedan compartir en la escuela y en la sociedad.

 

8.   Promover competencias interculturales para aprender a funcionar satisfactoriamente en el propio grupo cultural, en otros grupos y en la cultura común construida por todos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  1. BIBLIOGRAFIA

 

 

 

  1. La Etnoeducación: realidad y esperanza de los pueblos indígenas y Afrocolombianos; serie documentos de trabajo. Ministerio de Educación nacional,  1996.

 

  1. Cátedra de Estudios Afrocolombianos, Ministerio de Educación Nacional, Bogota, Colombia. Octubre de 2004.

 

  1. Escobar, Arturo y Álvaro Pedroza; Pacifico: ¿desarrollo o biodiversidad? Estado, Capital y movimientos sociales en el pacifico colombiano. Bogota: CEREC.

 

  1. García Canclini, Néstor; Culturas híbridas: estrategias para entrar y salir de la modernidad, México: Grijalbo, 1990

 

  1. Wade Peter; Gente negra. Nación Mestiza. Dinámicas de la Identidades Raciales. Bogota: Ediciones Uniandes, 1997.

 

 

 

 

 

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